La imagen urbana es la cara que los habitantes de una ciudad muestran al mundo y a sus visitantes.
Pero la imagen urbana no solo es responsabilidad de sus habitantes, sino también de las autoridades a quienes se les ha encomendado el patrimonio, y quienes son por ley las encargadas de su difusión, conservación y salvaguarda. Sin embargo, la realidad actual nos muestra que las cosas no funcionan como están escritas. La insensibilidad de la población respecto a la importancia de la conservación del patrimonio arquitectónico, además de la inexistencia de normas claras y adecuadas, ya que Trujillo no cuenta con un reglamento para edificaciones en el centro Histórico, ni parámetros claros de imagen urbana para el resto de la ciudad están haciendo que Trujillo deje a grandes pasos de ser la gran ciudad de admirable arquitectura.
Se debe hacer así un análisis de la realidad actual para que a partir de ellas se generen soluciones. Urge un cambio de actitud en la ciudadanía y en las instituciones, claro está que se debe acentuar una conciencia orientada hacia la valoración y recuperación del patrimonio arquitectónico.
Se debe conservar la imagen urbana porque es importante para mantener el carácter de una zona o ciudad, ya que de esta manera se conservan los edificios que son testimonio de una época y que son atractivos para el viajero y el poblador con sensibilidad histórica y artística.
Cristina Cotrina Roldán